La lubricación es uno de los procesos de mantenimiento más importantes de una empresa. Previene diversos problemas, como la fricción y el desgaste, que pueden ocurrir en la maquinaria y los equipos. Sin embargo, para lograr una buena lubricación, es necesario comprender los tipos de lubricante ideales para cada pieza. Aprendamos un poco más sobre los tipos de lubricantes y su importancia en el mantenimiento preventivo.
La importancia de la lubricación

En un entorno de fabricación, la lubricación de maquinaria y equipos es una de las actividades de mantenimiento más importantes. La lubricación reduce las colisiones entre piezas, la corrosión y mejora el control de la temperatura. Una lubricación adecuada puede prolongar la vida útil de los equipos, garantizando una mayor productividad, una menor fricción y una mejor limpieza.
Sin embargo, para una lubricación adecuada, es fundamental saber qué tipo de lubricante es el más adecuado para cada máquina o equipo. Esta información la proporciona el fabricante, quien puede indicarle las características clave del lubricante ideal.
Los lubricantes se pueden clasificar de varias maneras, siendo la principal su estado físico o composición. Conozcamos un poco más sobre cada uno:
Lubricantes líquidos
Se encuentran entre los lubricantes más utilizados debido a su alta capacidad de carga y alta velocidad. Este tipo de lubricante reduce la fricción entre las piezas y su baja viscosidad, lo que reduce los tiempos de cambio.
Lubricantes sólidos
Estos tipos de lubricantes se utilizan en condiciones de temperatura extrema, ya que son resistentes a temperaturas superiores a 500 °C. Los más comunes son el grafito, el óxido de zinc, el talco, la mica y el disulfuro de molibdeno.
Lubricantes pastosos
Estos son lubricantes, también conocidos como grasas. Se encuentran en un punto intermedio entre el líquido y el sólido, por lo que comparten propiedades con ambos tipos, lo que los hace adecuados para diversos equipos y herramientas.
Lubricantes gaseosos
Estos lubricantes se utilizan en casos especiales y, por lo tanto, rara vez se emplean, sobre todo cuando se requieren películas lubricantes extremadamente delgadas. Suelen estar compuestos de nitrógeno y helio.
Lubricantes minerales
Estos lubricantes, producidos a partir de petróleo crudo, se consideran más económicos, pero sus propiedades son más limitadas, lo que aumenta la necesidad de cambios frecuentes. Presentan una mayor variación de temperatura y contienen más impurezas que otros compuestos similares.
Lubricantes sintéticos
Este tipo de lubricante se produce a partir de petróleo refinado. Produce una viscosidad más estable y una película lubricante más resistente a la presión, por lo que suele ser más caro.
Lubricantes semisintéticos
Producido como una mezcla de los dos tipos anteriores, este lubricante presenta características intermedias en sus composiciones, y, por tanto, puede ser una buena alternativa en términos de valor y rendimiento.
Otra información importante a verificar al momento de comprar un lubricante es conocer los aditivos que complementan su composición, como detergentes, anticorrosivos, antioxidantes y antiespumantes, los cuales son importantes para la calidad y efectividad del lubricante.
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